
Cada sombrero, turbante o corona que salen de mis manos son diseños únicos, en serie 1 de 1. Por ello, irrepetibles, tanto desde el punto de vista técnico como en los materiales que empleo: seda, pieles, ante con corte salvaje, encaje, flores hechas a mano, plumas alambradas por mí, relicarios antiguos, porcelanas, naipes y fotos recuperadas, alta bisutería, tejidos centenarios…
Mi proceso de trabajo se basa en la libertad total. La creatividad fluye de una forma natural, sin patrones preestablecidos. Son las pequeñas piezas que recupero del olvido las que se van apoderando de los sombreros que diseño.